lunes, 25 de noviembre de 2013

Ignacio Ramonet: Acciones de Maduro detuvieron el golpe de Estado silencioso

El control de precios lo practican y lo han practicado muchos países”, señaló el intelectual y escritor español, quien evalúa que las inspecciones a los comercios realizadas por el Gobierno Nacional han sido positivas y asegura que lo que para los comerciantes venezolanos es “un escándalo” en Europa es algo habitual.
 


Ignacio Ramonet no necesita presentación. Y tampoco necesita presentación su visión crítica de la sociedad, de los medios y de la política. El intelectual y escritor español -quien visitó Venezuela para presentar su libro Hugo Chávez, mi primera vida, realizado a cuatro manos con el Comandante de la Revolución Bolivariana.

–¿La especulación y el acaparamiento formaban de una estrategia de guerra económica, como lo ha denunciado el Presidente?

–Claro. En mi opinión, sí.

–¿Por qué?

–Está claro, es de manual. Lo que está pasando es de manual. Tenemos el ejemplo de lo que se hizo contra Salvador Allende en los meses y las semanas que precedieron al golpe de estado, el 11 de septiembre de 1973. La ofensiva era muy semejante a la que se lleva a cabo aquí; es decir, apagones eléctricos, cortes de agua, cortes de carreteras, desabastecimiento de productos fundamentales o productos de la canasta familiar: el azúcar, la harina, el aceite desaparecían y la prensa atacaba diciendo “es un gobierno que no sabe gobernar”, “es un gobierno de incompetentes”, “es un gobierno de aficionados”. Todo lo que se ha visto aquí en las últimas semanas…

–¿Diría que es una copia al carbón de lo que se hizo contra Allende?

– Yo diría que es un tipo de golpe de estado a cámara lenta; un golpe de estado silencioso –ha dicho el presidente Maduro y creo que tiene razón- pero de manual, de manual de la CIA, y por consiguiente, claro, es un golpe de estado que trata de disimularse como golpe de estado; pero como sabemos que eso es lo que se hace regularmente, aparece como lo que es…
– Como golpe de estado.
–Claro, aquí no se trataba de crear las condiciones para un golpe de estado como en Chile, porque aquí no puede haber un golpe de estado de la Fuerza Armada. Entonces, probablemente lo que ellos quieren es crear las condiciones…

–¿Para qué?

–Para ganar las elecciones municipales, y a partir de ahí de nuevo retomar el juicio en ilegitimar o deslegitimación del presidente Maduro. Es decir: “No tiene mayoría en el país”, “el país está mal gobernado”, etc., e ir a un revocatorio. Es decir, hay que entender cuando decimos que es un golpe de estado en cámara lenta, es un golpe de estado de nuevo tipo,: institucional como el de Paraguay, como el de Honduras.
–Sin el factor militar.
–Sin el factor militar.

–¿Por eso dice que es un nuevo tipo?

–Claro, claro, es como los golpes de estado que se han hecho, en particular, en Paraguay. En Honduras participaron los militares.

–¿Se trataba, piensa usted, de restar legitimidad al Presidente para luego hacer qué?

–Sí, es retomar la campaña que se hizo justo después del 14 de abril y que fracasó.

–Y si fracasó, ¿por qué la iban a retomar?

–Porque ahora la iban a retomar con el apoyo del descontento popular, y entonces la credibilidad del argumento de “este gobierno no sabe gobernar” podía tener una base. Por eso estas iniciativas que ha tomado últimamente el Gobierno son muy buenas.

GANANCIAS EXORBITANTES

– ¿Cómo evalúa las inspecciones?

–Evidentemente han sido espectaculares, porque demostrarle a la gente que unos productos comprados a un precio equis y vendidos 10, 100, 299, 500, mil veces equis, evidentemente se ve que es una especulación y es una subida de precios totalmente artificial, claro está.

–¿No puede ser malinterpretadas como una especie de acoso al sector comercial?

–No, porque yo creo que el Gobierno ha explicado muy bien lo que hace. Se obliga a bajar los precios; se obliga a tener un precio justo. Se considera que debe hacer un beneficio legítimo, he visto en la televisión que diversos responsables, ha hablado de 30% de beneficios…
–Entre 15% y 30%.
–Pero 30% es muchísimo.

–¿Cómo es en otros países? Porque aquí ha sido un escándalo que el Presidente haya dicho que sería de 15% a 30%.

–Mire, si usted hace una inversión en la industria, por ejemplo, usted tiene capital y crea una fábrica de zapatos, ¿cuánto espera usted ganar en función de su inversión? Digamos que actualmente, hablo a escala internacional, si gana entre 4% y el 7% es correcto, porque si usted coloca su capital en una caja de ahorros, va a obtener 2%, 3%. Entonces si usted obtiene 4% a 7% está bien.
Evidentemente, los inversores van a los mercados financieros. ¿Qué les piden los inversores a los mercados financieros? Los inversores les están pidiendo a los mercados financieros que las acciones tengan un beneficio al año entre 15% y 17% pero aquí estamos hablando de 30%.
– Es decir, que sigue siendo elevado.
–Sigue siendo elevado. Sigue siendo elevado; por eso no se puede decir, como dicen algunos de la oposición, “que el gobierno los lleva a la ruina”. No es que los lleva a las ruina: 30% es un margen extremadamente confortable. Claro, evidentemente, yo no sé si el Gobierno toma en cuenta la inflación o no, formalmente se debería tomar en cuenta la inflación…
– Para fijar esa banda.
– Claro, claro.

–Entonces ¿le parece correcto que se fije, que se controlen las ganancias?

– Claro.
–Y forma parte del capitalismo, entiendo ¿no?
–Sí. El Presidente me preguntó, en una reunión que él organizó, ¿cómo sería en Francia si ocurriese algo semejante? Y la respuesta que yo le di es que en Europa los primeros que se hubiesen quejado no es el Gobierno, sino las asociaciones de consumidores que hubiesen lanzado, probablemente, campañas de boicot de ese comercio. Aquí hemos visto neveras que se venden a 120 mil dólares; es una locura. También, vehículos que se venden a 800 mil dólares, y por 800 mil dólares se compra uno un avión. Entonces, estamos fuera de toda clase de racionalidad económica.
Por otra parte, señala, “en Francia y en otros países europeos el control de precios es algo que ha existido para muchos sectores. En Francia el control de precios existió hasta 1980, fue el propio Francoise Mitterrand (años 80) el que empezó a retirarlo. Había toda una serie de productos de primera necesidad, y de productos de la vida cotidiana, cuyo precio estaba fijado por el Estado, empezando por el precio del pan.
– Es decir, que lo que es cotidiano en otros países se convierte en un escándalo en Venezuela. ¿Por qué se convierte en algo escandaloso en Venezuela?
– No hay ninguna razón. Mira, el presidente Caldera cuando gobernó aquí a principio de los años noventa, impuso control de precios, y era un presidente socialcristiano, y yo lo conocí y me acuerdo muy bien.

CAMPAÑA CONTRA VENEZUELA

–Oponerse a la fijación de precios ¿forma parte de la campaña contra Venezuela? Es decir, para mostrar a Venezuela como un país que viola las libertades.
–La campaña contra Venezuela utiliza cualquier argumento. Uno no puede analizar con racionalidad esas campañas porque utilizan cualquier argumento. Y como le digo, el control de precios lo practican y lo han practicado muchos países. El control de cambio también. Ahora, evidentemente, el control de precios no es de todos los precios; se controlan una serie de precios, no se pueden controlar todos los precios. El Gobierno está simplemente diciendo que lo que hay es que combatir la especulación, porque se trata sencillamente de un robo. Es decir, el aparato comercial está retirándoles a los venezolanos lo que el Gobierno puede hacer como incentivo en materia de aumento de salario mínimo, aumento de pensiones, para seguir una inflación que está demostrado que es, en parte, artificial.
–Si esto formaba parte del golpe: la especulación, el acaparamiento, ¿usted diría que el golpe se paró con las acciones?
–En parte se paró. Yo diría en parte porque el presidente Maduro ha reaccionado de una manera que probablemente la oposición no esperaba. Porque mire, el presidente Maduro es un hombre que, por su formación, es un hombre de diálogo; es un dirigente sindical y ha sido, por ocho años, Canciller. Un hombre de diálogo y, además, está constantemente llamando a la pacificación. Es un hombre que ha venido con la voluntad, como la del presidente Chávez, de reunir al conjunto de la sociedad venezolana. Y no ha hallado respuesta a esa buena voluntad. No ha hallado respuesta. Lo que ha hallado es una tentativa de nuevo tipo de golpe de estado, y su reacción ha sido una reacción que ha dado muestra de su nivel de liderazgo, yo diría. Y esto yo creo que la oposición no se lo esperaba. Además, las medidas del presidente Maduro son muy populares; son muy populares porque en las colas de la gente que va a comprar estos productos rematados, están electores de la oposición también, porque son ciudadanos y consumidores como los otros.

NO SON POPULISTAS

– Por ser populares ¿son populistas?

–Yo creo realmente que son populares. Por otra parte, yo no tengo nada contra la palabra “populista”, porque yo digo que el populismo es cuando los críticos no pueden tratar a alguien de dictador porque es un demócrata, y entonces lo tratan de “populista”. Un dirigente que hace políticas para devolverle la deuda social al pueblo, en realidad está repartiendo la riqueza nacional de manera más social, y entonces lo tratan de populista. Pero, ¿qué hay que hacer con los recursos, por ejemplo en el caso de Venezuela, del petróleo? ¿Hay que ponerlos en el banco? ¿Ahí si se es un buen gobernante y mientras tanto se deja al pueblo digamos en la mendicidad?

–Entonces, ¿son medidas populares?

–Yo diría que son medidas populares, que han sido acertadas y de manera popular.

–¿Sostenibles?

–Esa es una de las interrogantes.

–¿Qué se requeriría para que sean sostenibles?

–El Presidente ha dicho, precisamente, que hay garantía de que esto va a durar. Es decir, la presión está en el reaprovisionamiento.

–¿Se debería garantizar la continuidad?

–El reaprovisionamiento. El Presidente ha dicho que sí, que está garantizado. Entonces, en la medida en que está garantizado, ¿qué va a pasar si los comerciantes no juegan el juego? Mire, si los comerciantes no juegan el juego se arruinan. El comerciante vive de la venta.

LA LEY HABILITANTES NO ES AUTORITARIA

El presidente Maduro “ha demostrado ahora su talante de liderazgo, ¿verdad?, y en la medida en que ha tomado conciencia de que estaba enfrentando una ofensiva de muchos frentes, necesita argumentos de peso”, como laley habilitante.

–¿Es autoritaria?

– No es autoritaria. Es necesario en algunos momentos de la vida política. En Venezuela había una ofensiva de la oposición, y efectivamente era una ofensiva sin piedad, partiendo del principio de que atacando por todos los frentes el gobierno no iba a saber reaccionar. Y Maduro, ¿qué hizo? Pues se inspiró de Chávez e hizo una habilitante. Y hemos visto que por el momento está dando resultados.
–En cuanto a ese retomar el control, poner orden.
–Claro, retomar el control, retomar el control, mostrar que hay alguien en el gobierno, que hay un timonel. Y Maduro ha mostrado que es un timonel. Yo estoy impresionado de verlo, porque conozco bien a Maduro, hace mucho tiempo, y estás viendo un mariscal. Yo creo también una cosa, y es que además, Maduro -porque es una persona modesta, inteligente- estaba tan acostumbrado a que el Presidente fuese Chávez que quizás no se puso el traje de Presidente hasta ahora, en definitiva. Ahora es cuando está llevando su traje de Presidente, está llenándolo de Presidente. Y bueno, y es normal porque quizás él más que todos, fue el más afectado por la muerte de Chávez, y el esfuerzo que ha tenido que hacer para minimizar su dolor, y ponerse a gobernar evidentemente, ha debido ser enorme.
También en eso “vemos el lado desalmado de la oposición, que no ha tenido piedad y ha atacado en ese momento en el que pensaba que el Presidente podía ser débil. Y ahí es donde Maduro ha demostrado que no hay lugar para la debilidad. Yo digo que ha demostrado un talento de liderazgo sorprendente.
–A pesar de las circunstancias adversas.
T/ Vanessa Davies
F/ Roberto Gil

Presidente Maduro ante la Asamblea Nacional por la Habilitante